
El hombre viajaba en un transporte que llevaba trabajadores “golondrinas” desde la ciudad salteña de Aguas Blancas hacia la ciudad mendocina de Guaymallén. El opeartivo se realizó en Tucumán.
El salteño Néstor Adrián González está acusado de ser el nuevo narco más poderoso del país y, tras un pedido de captura, se presentó en un escuadrón de Gendarmería.
PolicialesA mediados de este mes, Gendarmería allanó un galpón en Mosconi, a menos de cien kilómetros de la frontera con Bolivia, un lugar que, a simple vista, parecía ser una gomería abandonada y encontraron 425 kilos de cocaína disimulados prolijamente dentro de cubiertas de camión, el mayor lote narco hallado este año junto con los 469 kilos de polvo detectados en la carga de un buque amarrado en el puerto de Vicentín.
Tres hombres fueron detenidos en la redada; la Justicia federal de Tartagal ya les dictó prisión preventiva. Sin embargo, estos detenidos están lejos de ser los verdaderos jefes en esta historia. Hubo un prófugo, acusado de ser el auténtico jefe logístico detrás de esos 425 kilos, un nuevo nombre que irrumpe con fuerza en el mapa narco de la Argentina.
Ese hombre, buscado por la fiscal Lucía Orsetti, titular de la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal que lo descubrió y pidió su captura, se entregó este jueves por la mañana en un escuadrón de Gendarmería ubicado en la zona de San Pedro, Jujuy, tras casi dos semanas de estar a la fuga. Es un empresario, un hombre de 61 años, con domicilio en Salvador Mazza: se llama Néstor Adrián González, quién escapó por poco de los detectives que lo perseguían.
El allanamiento en General Mosconi ocurrió en medio de una descarga de droga. La fiscal Orsetti descubrió que González y otro hombre esperaban en una estación de servicio cercana. Fue filmado por una cámara de seguridad; una captura de ese video ilustra esta nota. Los gendarmes lo persiguieron. Sin embargo, el empresario logró huir, en dirección a la localidad de Aguaray, posiblemente hacia Bolivia.
En Bolivia, precisamente, es donde González tendría sus conexiones más fuertes: los 425 kilos, marcados con el escudo de la automotriz Ferrari y el clásico cuño de un delfín, son un producto del submundo del país vecino, con un valor de tres mil dólares el kilo del otro lado de la frontera, 30 mil en Barcelona o Madrid, más de 200 mil en Australia. En la era del fentanilo, el polvo todavía una de las commodities más lucrativas del hampa. El prófugo y miembros de su entorno hicieron gran cantidad de viajes al país vecino, de acuerdo a datos de Migraciones que son parte de la causa en su contra.
Registrado en los rubros impositivos de alquiler de salón de fiestas, venta minorista en minimercados y también en el rubro inmobiliario, con el pago de su monotributo al día, la Justicia federal sospecha que González comanda una flota de camiones equipados con dobles fondos capaces de realizar cargas de gran tamaño desde el otro lado de la frontera. “Está sospechado de ser un jefe logístico y un narcotraficante. González, por así decirlo, es la punta que entra. Provee la infraestructura y la logística”, asegura una fuente clave en esta historia.
La cocaína estaba dentro de cubiertas de camión
La gomería abandonada, cree Orsetti, era su depósito, una central de acopio para recibir droga y enfriarla. El destino del polvo atribuido a González todavía es incierto. “Podría ir hacia Córdoba, Tucumán, o bajar más al sur”, continúa la fuente. Se sospecha que el empresario -que estuvo preso por una vieja causa narco años atrás en un penal federal, donde trabajó en blanco por tareas menores- sería un socio mayoritario en el negocio. Con quién operaba -o quién le compraba- también es un misterio.
La casa de González fue allanada, así como una finca que sería de su propiedad y el domicilio de un camionero. Se encontraron varios celulares, que podrán ser peritados.
Los teléfonos no son la única esperanza para Orsetti, con una investigación en la que también interviene el auxiliar Matías Aguilera: la ruta del dinero, el rastro patrimonial del prófugo, también es otra clave en la causa en su contra.
Por lo pronto, varios abogados se presentaron en los tribunales para defenderlo. Su indagatoria será resuelta en las próximas horas.
El hombre viajaba en un transporte que llevaba trabajadores “golondrinas” desde la ciudad salteña de Aguas Blancas hacia la ciudad mendocina de Guaymallén. El opeartivo se realizó en Tucumán.
Un ciudadano brasileño fue detenido al intentar ingresar al país con más de un kilo de droga camuflada en camperas. El operativo fue realizado por personal de Aduana en el paso internacional salteño.
Los cinco individuos, previa división de tareas, habrían ofrecido asistencia por supuestos desperfectos de los vehículos y exigido pagos de sumas exorbitantes de dinero.
En juicio abreviado, el sujeto que en 2023 embistió a una pareja de sandwicheros que se disponía a trabajar fue condenado a cinco años de prisión por el siniestro y la pena se unificó con otra por una causa anterior.
En Tucumán, gendarmes detuvieron la marcha de dos camionetas que habían partido desde Salta con destino a Catamarca y que llevaban la droga oculta en los paneles laterales y la puerta trasera de la caja de carga.
La joven estaba con un hombre en una casa de Aguaray en buen estado y los investigardores descartaron que esté embarazada, como se había denunciado la semana pasada.
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