
Una investigación dejó al descubierto una red que operaba en torno a un colegio secundario, del cual captaban a menores para ofrecerlas en servicios sexuales. Los acusados pagaban de 60 a 200 mil pesos por distintas prácticas sexuales.
El modus operandi de la organización consistía en cargar un vehículo particular con mercaderías ingresadas al país desde Bermejo hasta Aguas Blancas, con el objeto de simular un tour de compras.
PolicialesAgentes de la División Unidad Operativa Federal Salta desbarataron a una organización criminal que ingresaba cocaína desde el Estado Plurinacional de Bolivia hacia nuestro país para distribuirla en el norte argentino.
La investigación comenzó en febrero del corriente año, por una denuncia anónima que indicaba el tráfico de estupefacientes desde la ciudad salteña de San Ramón de la Nueva Oran hacia la provincia de Tucumán para luego ser distribuidos a distintos puntos del país.
Las tareas de campo desplegadas por los efectivos, establecieron que el modus operandi de la banda consistía en cargar un vehículo particular con mercaderías varias ingresadas al país desde la ciudad de Bermejo, Bolivia hasta la localidad de Aguas Blancas, provincia de Salta por contrabando, con el objeto de simular un tour de compras, para no levantar sospechas. Asimismo, la droga era acondicionada en un doble fondo situado delante de los asientos del conductor y acompañante, más precisamente debajo de la alfombra donde apoyan los pies. A su vez, la sustancia era envuelta en nylon film impregnado con grasa mineral para evitar ser detectada en los controles.
Con el devenir de las pesquisas, se detectó que los mismos se iban a trasladar desde San Ramón de la Nueva Orán hasta la localidad de Las Lajitas en automóvil, por tal motivo se implantó un control automotor en dicho lugar, logrando detener el rodado en cuestión.
23 ladrillos de cocaína con la marca de un delfín
Al ser inspeccionado por el can antidrogas “Xina” marcó el hallazgo de droga en el habitáculo delantero, al efectuar la requisa se lograron secuestrar veintitrés ladrillos de cocaína con la marca de un delfín y las banderas de Bolivia y Perú, con un peso total de 25,300 kilogramos.
Asimismo se procedió a la detención de sus dos ocupantes, una mujer y un hombre, el cual era el transportista y nexo de una organización narco criminal trasnacional que operaban desde el Estado Plurinacional de Bolivia y la República del Perú.
Una investigación dejó al descubierto una red que operaba en torno a un colegio secundario, del cual captaban a menores para ofrecerlas en servicios sexuales. Los acusados pagaban de 60 a 200 mil pesos por distintas prácticas sexuales.
Este martes se realizó la autopsia con participación de un perito presentado por su familia y el informe preliminar consigna que el deceso se produjo por shock hipovolémico por herida cortante en brazo izquierdo.
El cuerpo de la mujer fue trasladado al Servicio de Tanatología Forense del CIF para realizar la autopsia y el sospechoso se encuentra internado con pronóstico reservado.
"El Chino" se abría quitado la vida en el Pabellón D de la Alcaidía General. Aunque se mantiene un estricto hermetismo, trascendió que dejó anotaciones y que investigan a los agentes del Servicio Penitenciario.
La Unidad Fiscal continuó con sus alegatos en la causa contra veinte imputados miembros de una red narcocriminal que operaba en la Unidad Carcelaria 1.
Sucedió el pasado mes de marzo, cuando un hombre fue vulnerado en su integridad sexual mientras se encontraba detenido en una dependencia policial, causándole lesiones graves.
"El Chino" se abría quitado la vida en el Pabellón D de la Alcaidía General. Aunque se mantiene un estricto hermetismo, trascendió que dejó anotaciones y que investigan a los agentes del Servicio Penitenciario.
Este martes se realizó la autopsia con participación de un perito presentado por su familia y el informe preliminar consigna que el deceso se produjo por shock hipovolémico por herida cortante en brazo izquierdo.
Una investigación dejó al descubierto una red que operaba en torno a un colegio secundario, del cual captaban a menores para ofrecerlas en servicios sexuales. Los acusados pagaban de 60 a 200 mil pesos por distintas prácticas sexuales.